CDMX, MÉXICO.- El verano y el invierno son las épocas más ajetreadas en las agendas de las directivas de clubes de fútbol a nivel mundial, pues es cuando abre el mercado de fichajes y buscan futbolistas para apuntalar sus respectivos planteles, o bien, darle salida a aquellos con los que ya no entran en sus planes.
Muchos aficionados siguen el proceso de un fichaje desde que éste inicia como un rumor, hasta su concepción, pero para aquellos que solo disfrutan del momento en el que el nuevo refuerzo es presentado y posa con los colores de su equipo, les mostraremos lo que hay detrás de varias semanas o meses de negociación.
Lo importante es dejar en claro que no todos los futbolistas llegan a su nuevo equipo bajo las mismas condiciones, pues existen varios canales para cambiar de aires: la compra, los préstamos y la agencia libre son los más tradicionales.
Pero antes aclaremos el procedimiento para adquirir a un nuevo jugador, el cual es básicamente el mismo en todos los casos ya señalados.
Se inicia con un sondeo por parte de las directivas con el representante del jugador (en Inglaterra este paso es prohibido si el personaje cuenta con un contrato vigente), entonces –casi siempre- comienza una lucha contra otros clubes que estén interesados en el mismo futbolista, donde tratan de ofrecer las mejores condiciones, que van desde el sueldo, hasta algunas peticiones que los jugadores –en especial los de mayor calibre- suelen hacer a las directivas.
Habiendo ganado esta batalla, es momento de los famosos exámenes médicos de rigor para comprobar que la nueva cara del equipo se encuentre en plena forma física para incorporarse al equipo, entonces sí, se realiza la firma del contrato y su respectiva presentación, la cual suele ser más mediática cuando se trata de un fichaje bomba.
En el caso de jugadores que provienen de otras ligas, hay que esperar el transfer o pase internacional tramitado por el club de procedencia, el cual permite a un elemento jugar en otro país; este documento puede retrasar el debut oficial de un refuerzo con su nuevo club.

LA COMPRA
Esta se da cuando un futbolista llega en forma definitiva a un club, el cual adquiere la totalidad de los derechos federativos del jugador, tal y como sucedió con Raúl Jiménez cuando el Wolverhampton compró al Benfica al delantero mexicano. En todo caso, debe haber un acuerdo entre el equipo que compra, el que vende y el propio futbolista.
El monto de una compra varía por la calidad del jugador, pero además, el costo se puede incrementar o devaluar dependiendo las condiciones contractuales de su anterior equipo, tales como la cláusula de recisión o el tiempo que le quede por cumplir, mientras más años le resten a su contrato, mayor será la cantidad que deban pagar por él.

PRÉSTAMO
En ocasiones, algunos clubes tienen jugadores con contrato vigente pero que no gozan de minutos o la confianza del entrenador, por ello, suelen cederlos a otras instituciones donde podrán tener mayor regularidad tal y como sucedió en el Clausura 2019 con José Juan Macías, quien emigró de Chivas y se volvió goleador y referente con el super líder León.
Estas cesiones son casi siempre por un año, pero pueden prolongarse si se llega a un acuerdo entre clubes. Otra variante es la opción a compra, donde un equipo se convence de las cualidades del jugador y, tras concluir el préstamo, deciden pagar la totalidad de su carta, por ejemplo, lo que hizo Pumas con Martín Rodríguez y Felipe Mora, quienes jugando en Universidad, seguían perteneciendo a Cruz Azul.

AGENCIA LIBRE
En este tipo de traspasos suelen estar involucrados únicamente el jugador y el equipo con el que decida continuar su carrera, puesto que al terminar su contrato y no llegar a un acuerdo con la directiva para la renovación del mismo, se vuelven propietarios de su carta y, por consecuencia, son libres de negociar con quien les plazca.
Por lo general, este tipo de jugadores suelen ser los más cotizados en el mercado de fichajes, puesto que los clubes se hacen con sus servicios sin pagar un solo peso.
Esta también es un arma de doble filo, ya que de no encontrar acomodo en ningún equipo, además de no haber renovado su contrato, los futbolistas pueden quedarse sin actividad durante seis meses o, en el peor de los casos, propician su retiro de las canchas.

LOS DERECHOS DE FORMACIÓN
Existen algunos clubes que tras dar salida a una de las mejores joyas de su cantera, deciden ‘blindarse’ con ciertas cláusulas en los contratos, que obligan a los clubes que en un futuro negocien con dicho jugador, a pagarles una parte proporcional de la venta por los derechos de formación. Uno de los casos más recientes fue el de Matheus Uribe, donde el Atlético Nacional de Colombia recibió una parte del traspaso del ex mediocampista del América al Porto.
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