MANCHESTER INGLATERRA. – La sanción que la UEFA ha impuesto al Manchester City y que impedirá a los ingleses disputar competiciones europeas en las dos próximas temporadas abre un abanico de dudas en torno a los de Pep Guardiola.
La notificación recibida en la tarde de este viernes en el Manchester City cayó como una bomba, se extendió como la pólvora y agitó todo el panorama mundial.
Uno de los clubes más poderosos del mundo era sancionado oficialmente por saltarse las reglas del fair play financiero.
¿Qué ha hecho el City para llegar a este punto?
Inflar sus presupuestos mediante la partida de patrocinios. En las cuentas enviadas a la UEFA respecto al periodo 2012-2016, se apuntó que los ingresos por patrocinios de la camiseta, el estadio y la academia, que maneja Etihad (propiedad del dueño del City) era superior a los 70 millones de euros.
Sin embargo, en diciembre de 2018 y según reveló el diario alemán Der Spiegel a través del caso Football Leaks, esto no es cierto. Etihad solo pagó una parte pequeña de ese patrocinio, unos 10 millones de euros, y unos correos electrónicos entre altos miembros de la directiva del City sacaron a la luz que el resto lo ingresaría el City a través de la compañía de coches Abu Dhabi United Group (también propiedad de Sheikh Mansour bin Zayed al-Nahyan, dueño del City).
Esto despertó las dudas de la UEFA que lanzó una investigación unos meses después, en marzo de 2019, para descubrir si el City había roto o no las reglas del ‘fair play’ financiero.
En el tiempo que ha pasado entre eso y la sanción llegada este viernes, en el club inglés se han hartado de negar cualquier problema, pese a que ya fueran sancionados en 2014, entonces solo económicamente, por romper el fair play.
Cada vez que Pep Guardiola era cuestionado en rueda de prensa repetía lo mismo. «He hablado con los dueños y me han asegurado que todo está bien».
El relato no ha cambiado mucho ahora. La respuesta del City fue rápida y contundente. Apenas unos minutos después del anuncio de la UEFA, el club remitió una nota a los medios, mostrándose «decepcionado, pero no sorprendido» y quejándose de que todo el proceso y la investigación haya corrido a cargo de la propia UEFA.
¿Qué le espera ahora al City?
Recurrirá ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo y tendrá que esperar. Se estima que todo se termine antes del comienzo de la próxima temporada, principalmente porque es para esa campaña cuando comenzaría la sanción y su expulsión no les afecta únicamente a ellos, también al resto de equipos de la Premier League.
En caso de que el recurso no prosperara, el quinto clasificado de la Premier iría a la Liga de Campeones, puesto que en estos momentos ocupa el Sheffield United.
¿Afectaría esta sanción a la Premier?
Está por ver cómo se pronuncia la federación de fútbol inglesa y la Premier ante este caso. En Inglaterra se especula con posibles sanciones y deducciones de puntos, pero los máximos organismos aún no se han manifestado. A esto también puede afectar que la investigación completa llevada por la UEFA no se publicará hasta que se resuelva el recurso.
Además de la pérdida económica que supondrá no estar en Champions, el City tendrá que hacer frente a un problema deportivo enorme. Dos temporadas sin participar en Champions supone que se les complicará traer a jugadores sin el escaparate de la máxima competición continental.
No solo eso, si no que les costará retener a los que ya tienen. Esta temporada cuentan con la suerte de que solo David Silva y Claudio Bravo acaban sus contratos a final de temporada. Para junio de 2021, Leroy Sané, Sergio Agüero y Fernandinho (que renovó recientemente) verán finalizados los suyos. Es a partir de 2023 cuando la cosa se dispara ya hasta entonces el City tiene blindados a Gabriel Jesús, Kevin De Bruyne, Raheem Sterling y Riyad Mahrez entre otros.
También está el tema de Guardiola, al que solo le quedaría una bala para conquistar la ansiada Champions, la competición por la que llegó a Mánchester y la que se le ha resistido, no habiendo alcanzado ni una sola vez la semifinales.
El técnico tiene contrato hasta 2021 y ha negado en repetidas ocasiones que exista una cláusula en su acuerdo que le permita marcharse al final de esta temporada.
La sanción de la UEFA ha caído cual jarro de agua fría en Manchester, a escasos días de enfrentarse al Real Madrid en la Liga de Campeones, y en una de sus peores temporadas domésticas.
Otros clubes europeos como el Milán ya la sufrieron, pero ahora es un gigante económico el que se tambalea. Si el City ha roto las reglas, tendrá que pagar.
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