BEIJING, CHINA.- Por segunda vez en la historia, España conquistó la medalla de oro en la Copa del Mundo de basquetbol, al aplastar el domingo 95-75 a Argentina, con lo que Marc Gasol obtuvo un inusitado doblete de cetros en el mismo año.
Ricky Rubio anotó 20 puntos y fue elegido el Jugador Más Valioso del torneo. Sergio Lull añadió 15 unidades por España (8-0), el noveno equipo que concluye invito una Copa del Mundo.
Gasol añadió 14 tantos a la causa de la selección española, que jamás estuvo en desventaja y se apoderó de un título que hace juego con el obtenido en 2006.
En cambio, Argentina naufragó en su intento de sumar un cetro al conseguido en el primer Mundial, en 1950.
Gasol se convirtió en el segundo jugador en obtener un título de la NBA y el oro de la Copa del Mundo de la FIBA en el mismo año. El pívot de los Raptors de Toronto se unió a Lamar Odom, quien se coronó en 2010 con los Lakers de Los Ángeles y con la selección de Estados Unidos.
Hace 13 años, cuando España ganó su primer título, fue clave el aporte de Pau Gasol, el hermano de Marc. Esta vez, fue el hermano menor quien guio a su país hacia el oro.
Y alzó el trofeo de la Copa del Mundo tres meses después de conseguir por primera ocasión el Larry O’Brien en la NBA.
Gabriel Deck anotó 24 puntos por Argentina (8-1), que comenzó aletargada y tuvo que ir cuesta arriba durante todo el encuentro. Luis Scola fue limitado a ocho tantos, al atinar sólo uno de 10 disparos de campo.
España se fue al descanso con una delantera de 43-31, gracias a dos buenas rachas en el encuentro. Tomó la ventaja por 14-2 antes de que Argentina respondiera con un tramo de 11-0.
Luego, la selección española montó una racha de 17-1 y tomó su mayor ventaja en el encuentro, de 31-14.
Scola, quien a sus 39 años siguió luciendo como el mejor jugador argentino, no encestó sino hasta que tuvo la oportunidad de convertir un par de tiros libres con 2:57 minutos restantes en el tercer periodo.
Ello sirvió apenas para reducir a 19 puntos la ventaja de España. Para entonces, estaban relativamente silenciosos los hinchas argentinos, que habían entonado cánticos desde el comienzo.
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